Folio II: Los pasos de la rutina

Carta 01
Caminando va el soñador por su camino…
A breves trechos le sonríe el destino
A largos trazos se le esfuma la suerte….
Es de rutina que el tiempo me lleve a la nada, que me conduzcan donde la imaginación
se queda sorprendida…
Las calles son senderos de cristal… los pasos lágrimas de fuego…
Es de rutina tener vestigios de alma olvidada, que se mueve por lo incierto tan perdida
Mi llanto es un turbio manantial… mis ojos marionetas de tu juego…
Es de rutina que se me parta el corazón una vez por día…
Es de rutina recordar el adiós sin retorno de la alegría…
Quise darle una introducción cervantesca, pero no es mi estilo
No es el Quijote, en una misiva…
Con ella quiero remontar la historia, porque la última vez que hice esto… fue antes de
visitar un psicólogo… que perdió su paciencia con un verdadero loco…
Si, recuerdo aquella tarde… ya han pasado algunos años, llovía, los pasos de la rutina
me llevaron a un consultorio de lujo, el doctor en su buró, en sus manos un papel, en la
otra la voz de su mujer… y en el piso la paciencia que le hice caer del escritorio.
Han pasado años…
Han pasado muchas cosas: cambios de domicilio, más velas en el pastel, amores
furtivos, celos intrometidos, besos en stand by, falsas amistades, fiestas sin motivo,
botellas abiertas, pastillas para dormir, horas de pensar…
La vida presenta un menú para la ocasión: se venden sueños y anhelos; se rifan
esperanzas y un poco de fe; no se pierda la subasta de 3 onzas de pasión…
La TV promociona un shampoo para olvidar, un cepillo para quitar el sabor de los
últimos besos, un espejo para recordarte al más grande idiota que hay…
Aquí en medio de tantas tonterías, es como me vuelvo a esconder cuando ya no tengo
más… aquí mediante esta carta es como me deseo proteger del si vienes o si vas…
El estilo lo retomo de mis recuerdos, la voluntad de mi pasado, y el motivo… de mi
vida…
El motivo eres tú
Empieza nuevamente la locura en mi habitación, un teléfono que se muere por que te
llame, un baúl que sin letras lleva tu nombre, una esperanza que se muere sin haber
nacido, la ficha de aquel salón de juegos que nunca usé… cuando me sentí un extraño,
un peluche que me quiere abrazar para que no me sienta solo, otro que jamás llegó a su
destino, cds de música suicida, un escritorio celestino de mis pasiones, un juego de
llaves de mil cosas, la radio que canta sola, y pegado en la pared… un emblema rojo de
lucha que dejé por ti…
Empieza nuevamente mi locura… los pasos bajos la lluvia, los pasos de la rutina,
cuando he querido desahogarme con el camino lo que nunca pude hablar, cuando he
querido cobrarle al tiempo lo que mis propias frustraciones me hicieron pagar, esos
pasos… sacan del folio nuevamente un código, mi código de locura…
Así, solo como siempre y como nunca… he escrito, después de tanto, esta primera carta
sin destinatario…
Lamau 27/12/2007                         00H12
Folio II: Cartas sin destinatario

Comentarios

Entradas populares de este blog

Folio II: Cinco llamadas

El problema de ser médico: Las seis gemas de lo inverosímil.

Alvaro Scaramelli - Un ramo de flores